Luigino Bruni: Economía de comunión, una de las salidas

por Fabio Poles

publicado en GVonline el 14 de febrero de 2011

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¿Es posible que la salida a la difícil situación actual de la economía italiana y mundial venga de la intuición y de las primeras elaboraciones teóricas de una mujer que en su día fue “rechazada” por la Universidad de Venecia y nunca llegó a graduarse?

Es posible si esa mujer es Chiara Lubich, la fundadora del Movimiento de los Focolares fallecida en 2008 y si el tema de su construcción teórica es la “economía de comunión”.

En Venecia no la quisieron... «Chiara no pudo ir a la Universidad de Venecia, aunque lo deseó con fuerza. Casi como un consuelo, sintió que Jesús le decía: ‘yo seré tu maestro’. Por eso siempre buscó la justificación teórica y científica del carisma del movimiento que fundó. Y por eso yo me ocupo de la ‘economía de comunión’ desde 1998, porque Chiara, impresionada por la pobreza de las favelas brasileñas que visitó, me encargó una parte de esa investigación ». Quien así habla es Luigino Bruni, profesor de la Universidad Bicocca de Milán y, sobre todo, del Instituto Universitario Sophia de Loppiano, la ciudadela de los Focolares.

«Cuando, el 7 de mayo de 1998, Chiara me llamó por teléfono a Inglaterra, donde estaba realizando mi doctorado en economía, para pedirme que estudiara la “economía de comunión” fundada por ella en 1991, casi no me lo podía creer. Me invitaba a formar parte de la escuela Abbá del movimiento, que aglutinaba a una veintena de estudiosos de distintas disciplinas y que para nosotros era un poco como la academia de los Nobel. Le dije que sí y desde 1998 hasta 2006, cuando su salud empezó a empeorar, me reunía todos los sábados con Chiara y con los demás estudiosos para elaborar la justificación teórica multidisciplinar (económica, teológica, filosófica y sociológica a la vez) de todo lo que estaba realizando el movimiento ».

Los pobres son protagonistas. Pero ¿qué es la “economía de comunión”? «Una visión de los actores de la economía como personas que entran en relación unas con otras para alcanzar juntos el bien (también el bien que puede medirse en economía) propio y ajeno. No personas interesadas únicamente en su propio interés individual que se comportan como si los demás no existieran, como postula el pensamiento económico dominante. Eso implica una gran responsabilidad hacia los pobres, hasta el punto de involucrar a los empresarios y a sus empresas para ayudarles », explica Giuseppe Argiolas, que enseña en la Universidad de Cagliari “economía y gestión de empresas” e imparte en Sophia un curso de “dirección de la economía de comunión”.

¿Pero funciona? «Las experiencias de economía de comunión todavía están relativamente poco extendidas por el mundo y no hay que considerarlas como el único camino sino como uno de los buenos caminos  – concluye Argiolas – pero muchos empresarios se acercan a ellas cada vez con más atención, sobre todo ahora que otros enfoques han mostrado su ineficiencia. Cuando les pido a mis estudiantes de Cagliari, a los que les presento la economía de comunión como un caso de responsabilidad social corporativa pero sin nombrarla, que me digan cuál es la parte del curso que más les ha convencido, siempre me señalan este tema ».

Ampliación del artículo anterior:

800 empresas ponen en práctica la economía de comunión

publicado en GVonline el 14 de febrero de 2011

La elaboración teórica y la primera realización práctica de la economía de comunión se realizan en Loppiano, un barrio de Incisa en la provincia de Florencia, donde se encuentra la ciudadela de los Focolares. «Chiara decía que no hacían falta más universidades en las ciudades, sino universidades en las ciudades nuevas », explica Luigino Bruni, el estudioso – ahora presente también en el Marcianum – que es responsable de este tema en el movimiento de los Focolares.

Continúa: «Esto es precisamente – gracias al carisma de Chiara y a la infatigable labor de Piero Coda, el teólogo que siempre la ha acompañado – lo que hacemos en el Instituto Universitario Sophia, donde tratamos de los “fundamentos y perspectivas de una cultura de la unidad” en una clave multidisciplinar que comprende la teología, la filosofía, las ciencias sociales y la racionalidad lógico-científica de las matemáticas y la física ».

Sophia cuenta hoy con un centenar de jóvenes estudiantes de todo el mundo y con una comunidad de 30 profesores, entre permanentes y encargados, también ellos originarios de distintos países. ¿La realización práctica? Está formada por 800 empresas (250 en Italia) que actúan en todo el mundo de acuerdo con este tipo de economía y que tienen un importante centro de recogida e incubación en el “Polo Lionello Bonfanti”, situado cerca de Loppiano, que pone a disposición de las 20 empresas actualmente instaladas en él 9.600 m2. de superficie en tres alturas y todos los servicios que estas empresas necesitan. (F.P.)


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